Podemos llamar “transición a la democracia” al proceso por el cual se pasa de un régimen no democrático de gobierno, generalmente una dictadura, a uno de carácter democrático. Chile tuvo su transición a la democracia, un proceso que empezó con el plebiscito de 1988 y siguió con las primeras reformas pactadas a la Constitución de 1980 —que tuvieron lugar en 1989— y el ejercicio de los poderes ejecutivo y legislativo por representantes electos por sufragio universal, hecho, este último, que acaeció el 11 de marzo de 1990. Con todo, en el caso chileno, al menos hasta el momento que acabamos de señalar, lo que hubo no fue el paso de una dictadura militar a una democracia, sino el paso de una dictadura a la democracia protegida que consagró la Constitución de 1980, una democracia groseramente limitada a favor de la ideología política, económica, social y cultural que fue plasmada en ese texto y a favor de las fuerzas políticas que apoyaron el régimen militar, que, como era previsible, no iban a contar con las preferencias de los ciudadanos una vez que éstos empezaran a participar en las elecciones presidenciales y parlamentarias.
Agustín Squella
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Fecha de Publicación:
11-10-2016
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Squella, A. 2016. ¿Un Chile semisoberano?. Estudios Públicos. 143 (oct. 2016).