Sobre las virtudes y los vicios de la economía

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Resumen

Dani Rodrik es un economista influyente y provocador. Ha enseñado economía en la Escuela de Gobierno de la Universidad de Harvard durante casi tres décadas, ha publicado en las principales revistas científicas especializadas y es expositor habitual en los foros internacionales sobre política pública. Pero no es un economista tradicional: es parte de un reducido grupo de académicos que cuestionan el consenso pro-liberalización, y apoya un tema tabú, la política industrial, que impulsa el desarrollo gubernamental de sectores específicos. En ambas materias, la opinión es mayoritariamente contraria. De hecho, pocas ideas son más ampliamente aceptadas entre los economistas que la necesidad de avanzar rápida y decididamente hacia un intercambio global. Sería la combinación de mercado y apertura comercial, profundizada desde la consolidación de la revolución industrial a mediados del siglo XIX, lo que definiría el enorme avance en prosperidad logrado por la humanidad durante los últimos 120 años. En cuanto a las políticas de desarrollo industrial, si bien recientemente ha habido un nuevo impulso, el peso de la prueba sigue en el Estado y, ante la duda, los economistas optan por no innovar. Pero Rodrik, desde una sala de clases o recorriendo el mundo asesorando a gobiernos de países en desarrollo, las apoya sin matices.
Raphael Bergoeing
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