El guardián del Santo Grial

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Resumen

En agosto de 1988, Christopher Domínguez Michael (CDM), el autor de Octavio Paz en su siglo se incorpora a una renovada mesa de redacción de la revista Vuelta de Octavio Paz (460). CDM en ese momento era un literato de 26 años, y Paz, a los 74, un indiscutido coloso de las letras mexicanas. De allí en adelante, CDM mantiene un diario en que anota su día a día con Paz y el entorno. “Nos cuidábamos mucho de no parecer lo que éramos, biógrafos potenciales del poeta” (504), nos dice; de hecho, otros más, como Enrique Krauze o Guillermo Sheridan, procedieron a escribir importantes biografías de Paz, si bien ésta, de CDM, es la más completa. En un ambiente en que hay algo de corte en torno a un monarca que, si bien benévolo, se deja querer y admirar, CDM, quien es, por cierto, un crítico y biógrafo casi del todo exento de vanidad, confiesa: “Mi vanidad me alcanzaba para concebirme como un diminuto Saint-Simon que llevaba la crónica secreta del reino” (540). Todo este período, en que nuestro Saint-Simon convive con el monarca hasta su muerte en 1998 (gran final que —como veremos más adelante— él describirá con dramatismo shakespereano), es relatado con especial maestría, porque CDM aprovecha, eso sí que siempre con discreción, las ventajas que le da la intimidad.
David Gallagher
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