Es difícil hablar de Juan Luis Martínez, sobre todo teniendo en cuenta su voluntad estética y personal de silenciarse y borrar su biografía. Martínez quiso tener una identidad velada. Quiso ser un poeta anónimo y, a la vez, un creador exquisito de varios registros. Trabajó en silencio toda su vida, sin aspavientos; pero intuyo que lo hizo con plena conciencia de que su obra era también la creación de un mito, la fundación de una nueva manera de entender la literatura y, por extensión, de asumirla en la realidad.
Desde joven estuvo lejos de las convenciones, en conflicto con la autoridad. Esta rebeldía será una huella en su obra, en calidad de parodia, de interrogante ante verdades científicas o de directo desacato a los preceptos de la escritura. Su postura fue de vanguardia, puntuda, consciente de sí misma. Martínez —hay que decirlo, aunque suene raro en estos tiempos de reciclaje y escepticismo extremo— buscó la originalidad en su obra: la encontró en los procedimientos y consiguió la inspiración para lograr textos que alumbran a sus lectores. La nueva novela es un libro indiscutible, excepcional. Está fuera de cualquier categoría conocida, no obstante ser una enciclopedia de citas e imágenes, un manual de diversas poéticas, una caja llena de deliberados equívocos y tergiversaciones.
Matías Rivas
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Fecha de Publicación:
09-05-2018
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¿Cómo citar este artículo?
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Rivas, M. 2018. Notas sobre La nueva novela. Estudios Públicos. 149 (may 2018).